¿Podremos los humanos colonizar Marte sin cambiar nuestro ADN?

Si alguna vez la gente viviera en Marte como lo hacemos nosotros en la Tierra, podríamos volvernos un poco menos «humanos». La NASA planea misiones de naves espaciales al planeta rojo para la década de 2030, a menos que Bezos o Musk puedan hacerlo realidad antes. El viaje no será fácil ni divertido para los astronautas. Después de todo, tendrán que soportar varios años seguidos de alta exposición a la radiación, microgravedad que daña los huesos y otros efectos negativos que se acumulan en sus cuerpos.

Según los planes de la NASA, incluso en el peor resultado posible, los pioneros deberían conservar la capacidad física para regresar a la Tierra. Sin embargo, aquellos que permanecerán en Marte para siempre son una historia completamente diferente. Los expertos creen que si los humanos queremos vivir permanentemente en Marte, tendremos que realizar ciertos cambios en el código genético de nuestra especie.

Según Kennedy Lynch, astrobiólogo y geobiólogo del Instituto Lunar y Planetario de Houston, la ingeniería genética y otras tecnologías avanzadas deben funcionar para que los humanos vivan, prosperen y formen familias en Marte. Los científicos ya han realizado varios experimentos con genes de animales lentos conocidos por su capacidad de sobrevivir en el vacío del espacio, para comprobar si son compatibles con el genoma humano. Como resultado, las células modificadas se volvieron más resistentes a la radiación, una gran victoria para esta misión. La NASA y otras agencias espaciales ya están trabajando en diversas formas de proteger el bienestar de sus astronautas, incluidos escudos especiales en las naves espaciales. Además de la tecnología futurista, se están desarrollando determinados fármacos. Entonces, según los científicos, no es un gran salto lógico que en 10 años veamos algún agente que altere el ADN y ayude a proteger a los astronautas al alterar sus genes.

Imagínese si no hubiera otra opción y el emparejamiento de genes fuera la única forma de que nuestra especie avanzara y evolucionara. Quizás después de unos cientos de años de cría selectiva estemos completamente adaptados al duro clima del Planeta Rojo. La ingeniería genética no se trata sólo de proteger a los astronautas y colonos. Podemos hacer súper soldados. ¿Es broma o no? De todos modos, las patatas irradiadas y los jugosos tomates marcianos parecen cosas que deberíamos resolver antes de poner un pie en otro planeta.

Este tipo de experimentos se pueden probar y perfeccionar en el laboratorio, lo que facilita a nuestros futuros colonos encontrar las condiciones adecuadas para sobrevivir en un planeta alienígena, mientras parecen un poco extraños por fuera.

Entonces, si pudieras agregar cualquier característica animal a tu cuerpo, ¿por qué serían orejas de gato? ¡Vamos a discutir!